Según la denuncia, presentada el pasado 5 de diciembre en los juzgados de Barcelona, Hallon utiliza artículos de periódicos y revistas del repertorio de CEDRO en los resúmenes de prensa que comercializa a sus clientes sin contar con la autorización correspondiente.
La demanda pone de manifiesto que Hallon se ha negado de forma reiterada, desde agosto, a firmar el modelo de autorización que permite el uso legal de estos contenidos en sus servicios. Esta autorización, elaborada por CEDRO junto con empresas del sector de seguimiento de medios, ya ha sido suscrita por la mayoría de los integrantes de la Asociación de Empresas de Clipping (AFEC).
Impacto en los derechos de autor y los clientes de Hallon
Jorge Corrales, director general de nuestra Entidad, ha explicado que el comportamiento de Hallon no solo infringe los derechos de autor, sino que también perjudica económicamente a los editores de prensa. «Hallon podría estar poniendo en riesgo a sus clientes al ofrecer un servicio sin cumplir con la normativa. Además, parece actuar de manera desleal frente a las empresas del sector que sí han firmado el contrato con CEDRO», afirma Corrales.
Entre los clientes de Hallon figuran empresas del IBEX, despachos de abogados, multinacionales, agencias de comunicación y organismos públicos, lo que incrementa la gravedad del posible incumplimiento normativo.
Un modelo alineado con la normativa europea La autorización propuesta por CEDRO está en línea con las regulaciones de países como Francia, Alemania y Reino Unido, y busca ordenar un mercado en crecimiento, promoviendo la transparencia y el uso responsable de contenidos periodísticos.
Corrales subraya también la importancia de la responsabilidad y la buena gobernanza en este sector. Tras varias auditorías realizadas a Hallon, CEDRO detectó irregularidades en su actividad y ha comenzado a contactar con otras empresas del sector para abordar estas anomalías.
CEDRO solicita en su demanda el cese inmediato del uso no autorizado de los artículos del repertorio, una indemnización para los titulares de derechos perjudicados, la suscripción del modelo de autorización vigente en caso de seguir utilizando los contenidos gestionados por la entidad e información detallada sobre posibles usos no autorizados, como hemerotecas, sistemas de inteligencia artificial y otros servicios.
«El respeto por los derechos de autor no puede ignorarse. Es una obligación legal y ética. Empresas como Hallon no pueden lucrarse a costa del trabajo de los editores, poniendo en riesgo a un sector clave para la construcción de una sociedad democrática», concluye Jorge Corrales.
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