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   Retraso en la aprobación del «acuerdo Google».

El pasado 22 de septiembre, el tribunal de Nueva York encargado del «acuerdo Google» informó del retraso de la audiencia, convocada para el 7 de octubre, en la que se iba a estudiar la validez de este acuerdo. La asociación de autores y el grupo de editoriales demandantes han solicitado este aplazamiento, puesto que van a volver a negociar con Google —que no se ha opuesto al retraso de la vista— los aspectos del acuerdo que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha detectado como contrarios, entre otras, a las normas reguladoras de la competencia. No obstante, el tribunal sí se reunirá el próximo 7 de octubre, no para decidir sobre la validez del acuerdo, tal y como estaba previsto inicialmente, sino para analizar cómo solucionar este caso lo antes posible.

A principios de este año, CEDRO, tras mantener conversaciones con los responsables de este acuerdo (la Author´s Guild, un grupo de editores estadounidenses y Google), decidió, al igual que otras entidades de gestión colectiva de otros países, informar a sus autores y editores socios sobre el contenido de este acuerdo, puesto que, aunque solo es de aplicación en los Estados Unidos, afecta a titulares de derechos de otros países. Además, nuestra Entidad ofreció a sus miembros la posibilidad de solicitar en su nombre las compensaciones previstas en el acuerdo, si finalmente era aprobado judicialmente, en el caso de que sus obras hubieran sido digitalizadas por Google sin autorización. Más de 9.000 autores y 700 editoriales ya han solicitado a CEDRO esta gestión.
 

 

 

  La Universidad Internacional de La Rioja obtiene dos licencias de CEDRO.

Compartir contenidos a través de fotocopias y reproducciones digitales de obras protegidas es una de las ventajas de la licencia que concede CEDRO. Desde el pasado mes de septiembre los 300 alumnos de la Universidad Internacional de La Rioja y sus profesores pueden beneficiarse de esta ventaja, puesto que esta universidad ha suscrito dos licencias de CEDRO que le autorizan tanto la fotocopia como la reproducción digital y la puesta a disposición en el campus virtual de páginas de libros y revistas de nuestro repertorio.

Según José María Vázquez García-Peñuela, Rector de la universidad, «la posibilidad de contar con las licencias de reproducción de CEDRO permite poner en la práctica nuestra vocación de servicio a los alumnos, facilitándoles el acceso a los materiales que necesitan para el seguimiento exitoso de las clases». También afirma que «el conocimiento se ha transmitido a la sociedad desde los centros universitarios a través de personas individuales que han aportado a la comunidad académica y científica su saber. No respetar el derecho de esas personas a ver reconocido y recompensado su trabajo pone en riesgo la continuidad de esta transferencia y, en último término, del propio proceso de creación de la cultura».

Actualmente 59 universidades españolas cuentan con la licencia de reproducción mediante fotocopia. Por otra parte, las universidades que disponen de la licencia de usos digitales son la Oberta de Catalunya, las de Santiago de Compostela y La Coruña, la Universidad Internacional de Cataluña y la de Málaga, esta última para una de sus licenciaturas. CEDRO reparte cada año entre los autores y editores las regalías que obtiene por estas licencias.

 

   Reflexiones sobre el libro electrónico.

El libro electrónico no acabará con el de papel, pero sí está modificando ya el modelo de negocio editorial y cambiará la forma de leer e, incluso, de escribir. Estas son algunas de las conclusiones a las que llegaron el escritor Suso de Toro, el editor Javier Jiménez, de Fórcola ediciones, e Ignacio Latasa, de Leer-e, en la mesa redonda, moderada por el presidente de CEDRO, Juan Mollá, que nuestra Entidad organizó el pasado 25 de septiembre en Hay Festival Segovia.

Para De Toro estamos viviendo un momento de «tránsito», en el que existen muchas incógnitas, por ejemplo, si el escritor va a poder vivir de su trabajo. En este mismo sentido se expresó Latasa, quien dijo que «el libro electrónico no ha venido a matar al libro en papel», pero que todavía no se sabe cómo va a afectar al escritor. Aseguró que es necesario plantearse esto ya, para que no suceda lo mismo que en otros sectores como, por ejemplo, la música.

El editor Javier Jiménez, quien considera que el mundo analógico y el digital son compatibles y que el conocido e-book supone una gran oportunidad, explicó que, actualmente, la tecnología está avanzando muy rápidamente en cuanto a dispositivos lectores, pero que en el mercado existe una «anemia de contenidos». Desde su punto de vista, «con el libro electrónico no se va a leer más», se trata solo de «otra manera de leer».