CEDRO y la Comisión Europea resaltan la necesidad de formación en derechos de autor para el ámbito investigador
Madrid, 01/12/2025. CEDRO y la Comisión Europea organizaron, en Madrid, el pasado 27 de noviembre la jornada «Navegando por los derechos de Propiedad Intelectual: un conjunto de herramientas prácticas para investigadores como autores y usuarios». Este encuentro, dirigido a personal investigador —docentes y alumnado—, tuvo como objetivo principal ofrecer recursos prácticos para gestionar adecuadamente los derechos de autor en el ámbito de la investigación académica.
El acto fue inaugurado por María Olivera Zaldua, decana de la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense de Madrid, que acogió el encuentro; Juan González Mellizo, jefe de comunicación de la Representación de la Comisión Europea en España; y Javier Díaz de Olarte, director del Departamento Jurídico de CEDRO.
Las primeras ponencias estuvieron impartidas por tres profesoras e investigadoras de distintas universidades, expertas en propiedad intelectual. Vanessa Jiménez Serranía (Universidad de Salamanca), abrió el debate sobre los retos actuales del Derecho de Autor en la investigación; Pilar Cámara (Universidad Autónoma de Madrid), analizó la figura del investigador como titular de derechos y también usuario; y Sara Martín Salamanca (Universidad Carlos III de Madrid) profundizó en los modelos de acceso abierto y acceso controlado a contenidos.
La mesa redonda «Derechos de autor en la práctica: desafíos y soluciones institucionales», moderada por Javier Díaz de Olarte (CEDRO), reunió al abogado y profesor universitario Ignacio Temiño (ICADE), Ciro Llueca (UOC), a la profesora Pilar Montero García-Noblejas (Universidad de Alicante) y a la responsable del servicio de publicaciones de ICI-ICADE, Belén Recio, quienes presentaron distintas experiencias de instituciones y editoriales en la aplicación cotidiana de la normativa.
En esta charla se puso de relieve la complejidad de aplicar la ley en un entorno académico cada vez más diverso, la necesidad de clarificar los derechos de autor, así como su protección en un entorno investigador. Los ponentes coincidieron en la importancia de dotar a las universidades de seguridad jurídica, mejores herramientas e incentivos, así como en el papel esencial del sector editorial para garantizar el rigor imprescindible en la investigación y la calidad de los contenidos. También se abordaron las dudas recurrentes del personal investigador (especialmente en torno a la negociación de contratos y a las obras colectivas) y la falta de claridad legislativa para afrontar los desafíos que plantea la irrupción de la inteligencia artificial.
La segunda sesión, «Aplicando los derechos de autor en el contexto de la IA: intercambio de prácticas actuales», estuvo moderada por catedrática Elena Vicente (Universidad de Burgos), abordó el impacto de la inteligencia artificial generativa en el ámbito de la propiedad intelectual y contó con la editora Ana del Arco (editorial Comares), con el investigador en el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Biblioteca Nacional de Noruega, Javier de la Rosa, y el director general de CEDRO, Jorge Corrales.
Los y las ponentes analizaron cómo la IA depende del uso masivo de obras protegidas y la necesidad de establecer marcos de transparencia, evaluación y negociación justa, tal y como ha hecho el Gobierno de Noruega. Además, se destacó la relevancia del contrato editorial como herramienta clave para gestionar estos nuevos escenarios.
En esta mesa redonda también se habló sobre los efectos ya visibles de la IA en el mercado editorial y se reclamaron regulaciones que garanticen remuneración, buenas prácticas y un entorno competitivo que impulse la innovación.
Durante la jornada, los asistentes pudieron conocer sus derechos como investigadores, aprender a utilizar obras de terceros dentro de los límites legales, entender los modelos de licencias abiertas y cerradas, identificar buenas prácticas y participar en un taller práctico para aplicar estos conocimientos.
El final de la jornada se reservó para analizar una serie de casos prácticos, moderados por Vanessa Jiménez Serranía (Universidad de Salamanca) y Javier Fernández-Lasquetty (Universidad Autónoma de Madrid).
Conclusiones del taller
Las conclusiones del taller reflejan los desafíos actuales y las necesidades formativas en materia de propiedad intelectual en el ámbito de la investigación:
La legislación en materia de derechos de autor es compleja, lo que hace imprescindible reforzar la formación e información tanto de investigadores como de docentes.
Es necesario un diálogo entre todos los actores implicados — autores, editores, legisladores, instituciones nacionales y europeas— para mejorar la comprensión y aplicación de la normativa.
La propiedad intelectual exige un equilibrio que salvaguarde los derechos de autor y que acompañe el avance científico.
El hecho de que una obra se genere en una universidad no convierte automáticamente a la institución en titular de los derechos de autor.
Coexisten dos modelos de publicación: acceso cerrado y acceso abierto. Este último funciona mediante sistemas de licencias alternativas, como Creative Commons.
Que un contenido esté abierto no implica que pueda usarse sin límites: es fundamental revisar el alcance de la licencia.
Tanto los derechos de autor como la propiedad industrial se incluyen dentro del concepto de ‘propiedad intelectual’, pero son figuras jurídicas diferentes y deben tratarse de manera independiente.
Los derechos de autor no son un obstáculo para el desarrollo tecnológico. Existen vías que permiten compatibilizar una innovación ágil con el respeto pleno a la normativa de propiedad intelectual.
Javier Díaz de Olarte considera que «Ese curso ha sido muy interesante y estamos muy satisfechos de que la Comisión Europea propusiera a CEDRO coorganizar este seminario, donde se ha puesto de manifiesto que la investigación y la protección de las obras no son realidades opuestas: se refuerzan mutuamente cuando existe formación, claridad normativa y un diálogo fluido entre todos los actores. Todo esto es importante para promover un entorno académico que combine rigor, innovación y respeto a los derechos de autor».