El Senado analiza la situación del sector editorial y la propiedad intelectual

27/10/2015

El Senado analiza la situación del sector editorial y la propiedad intelectual

La legislatura está a punto de concluir y la Comisión de Cultura del Senado cierra aquellos asuntos que tenía sobre la mesa. Uno de ellos es la incidencia que las nuevas tecnologías están teniendo sobre el sector del libro y la propiedad intelectual.

Durante los años 2013 y 2014 este órgano de la Cámara Alta fue recabando la información que le fueron aportando distintas personalidades vinculadas al sector editorial, entre ellas Magdalena Vinent, directora general de nuestra Entidad.

En su intervención, que tuvo lugar el 8 de julio de 2013, Vinent aludió a la facilidad de acceso a contenidos culturales como una de las ventajas que ha llegado con las nuevas tecnologías. En su opinión el acceso masivo a publicaciones digitales
 no debería estar reñido con la obligación de remunerar a sus creadores por los nuevos usos que la tecnología ha hecho posibles.

En este sentido, explicó ante los senadores que existen licencias que autorizan usos digitales como solución para garantizar el cumplimiento de la ley en el uso secundario material protegido por derechos de propiedad intelectual. En su discurso apuntó al portal conlicencia.com como una herramienta para facilitar la obtención de estas autorizaciones. Quiso recordarles también que son las administraciones públicas las que deberían dar ejemplo y aprovechó su comparecencia para invitarles a valorar el trabajo de los titulares de derechos a través la obtención de estas licencias.

El periodista Arcadi Espada, otro de los ponentes, se refirió a la reutilización de los contenidos periodísticos a través de los
resúmenes de prensa. Espada manifestó que, a su juicio, «deberían pagar la correspondiente licencia tanto las empresas que se encargan de realizar comercialmente las copias como las empresas que distribuyen internamente las revistas de prensa».

Tras escuchar a más de una decena de expertos, la Comisión emitió una serie de conclusiones. Os contamos las más importantes:

- El sector editorial es un
sector estratégico con gran proyección internacional.

- Las nuevas tecnologías han provocado la aparición de nuevos agentes en el mercado del libro.

- La
negociación de derechos entre autores, traductores, agentes y editores incluya ya, con carácter general, cláusulas de explotación universal que se refieren al ámbito geográfico y a la edición y difusión a través de cualquier tecnología. Asimismo destaca la conveniencia de facilitar la renegociación de los contratos preexistentes con la finalidad de liberar las obras para la explotación digital y, por tanto, extender el alcance de la cesión de derechos.

- El consumo de contenidos digitales
no debe asociarse con la gratuidad.

- El sector editorial reclama a un
mismo tratamiento fiscal para el libro electrónico y el libro en papel así como un marco más seguro y estable de protección de la propiedad intelectual.

Tras estas conclusiones, la Comisión de Cultura del Senado aprobó por unanimidad una moción en la sesión celebrada el pasado 7 de octubre. En el texto, que consta de 14 medidas, se insta al Gobierno a:

1. Profundizar en la defensa de los derechos de autor continuando con el refuerzo de los mecanismos en la lucha contra la piratería.

2. En el marco de la armonización fiscal europea, avanzar en la homologación de la fiscalidad del libro en papel o formato electrónico.

3. Proporcionar apoyo financiero a las inversiones dirigidas a la reconversión tecnológica del sector editorial.

4. Favorecer la internalización
y la presencia en los mercados hispanohablantes.

5. Incrementar la inversión
de las autoridades educativas en contenidos y no sólo en soportes.

6. Continuar el desarrollo de ayudas públicas para la digitalización de contenidos.

7. Seguir aumentando las inversiones en las bibliotecas públicas destinadas a los contenidos digitales y en especial, la plataforma y apuesta en marca eBiblio.

8. Continuar dando apoyo a los programas de educación y formación con un plan global de fomento de la lectura, que abarque educación, familias, bibliotecas, sector del libro y medios de comunicación.

9. Desarrollar un plan de apoyo a las librerías.

10. Incentivar la presencia del libro en los medios públicos.

11. Implementar medidas de defensa de la competencia para la distribución en igualdad con las plataformas y tiendas on line.

12. Facilitar los formatos tecnológicos que permitan copias múltiples y el acceso sin descarga.

13. Desarrollar ayudas a editores que recuperen las obras descatalogadas mediante formato digital.

14. Incrementar las traducciones
de los autores que publiquen en cualquiera de las lenguas oficiales para competir en un mercado global.

¿Os parecen suficientes? ¿Creéis que se llevarán a cabo? Esperamos vuestras opiniones.

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